domingo, 4 de diciembre de 2011

EL MUÑECO DE DOS CARAS

Tengo la certeza de que estas palabras te sonarán conocidas: Pueblo peruano, lucharé por combatir la pobreza, por acabar con la corrupción, por logran la inclusión social, para mejorar la calidad en la educación, esto se verá reflejado en proyectos como la pensión 65, cuna más, etc.
Me imagino que identificaste estas palabras pero al mirar a tu alrededor podrás notar que las cosas están igual o peor; con el respeto que se merece nuestro presidente me gustaría preguntarle, dónde quedó sus bonito mensaje o es que la meta le quedó grande.
Tal vez, si tal vez soñó  en que la tarea sería fácil pero no es así, ahora que se ve solo, corre a manos de quienes fueron sus verdugos, dónde quedó la gente preparada que iba en su lista al congreso o sus ministros, creo que se olvidaron de sus libretos porque se preocupan por robar cable, por cantar con grupos urbanos o por ir a comer a las Brujas de Cachiche.
Pero no debemos culparlo, no, la culpa es de la prensa que cuando le pone plazos usted no tiene más remedio que acceder, porque simplemente es el presidente y no puede defender a los suyos.
Ahora lo que se le pide es simple, que se acuerde de sus palabras y cumpla algo de lo que dijo, si lo podrá hacer ¿ verdad?  O tenemos que esperar a que sus “nuevos amigos” se les ocurra darle la orden.

                                           

BASTA YA

 Cuando nos referimos al progreso en el Perú, lo primero que se nos viene a la cabeza es la inversión extranjera y sobre todo las ganancias que nos genera la “minería”; sin embargo esa será la condición indispensable para el logro de tal fin.
 El cuestionar la inversión extranjera en nuestro país, nos conlleva a sopesar lo que más necesitamos. Como ya se conoce el clima político y social en estos momentos es tenso debido al Proyecto Conga y sus implicancias en Cajamarca, después de analizar detalladamente los argumentos de ambos bandos, es decir de los mineros y antimineros, una cosa salta a la vista.
 Lo que todos los peruanos debemos tener presente es que el agua es un recurso indispensable y que debemos preservar a toda costa, ya hemos permitido por mucho tiempo que las empresas mineras se lleven billones de dólares y destruyan nuestro equilibrio ecológico, tal vez porque tenemos la absurda creencia que no nos afecta, porque tan solo nos interesa el día a día y pensamos que Lima es todo el Perú  y que las migas que nos proporcionan las grandes mineras fruto de la extracción del oro y el cobre de nuestro país está bien pagado.
 Aunque suene irónico, podemos observar gran cargamento llevado al extranjero, pero los pobladores de las zonas en las que se establecen estas empresas, conviven con la miseria e innumerables enfermedades que las atañen desde siempre,  aquí surge la gran pregunta: ¿Dónde está ese dinero? ¿En dónde quedó el lema de que la minería es progreso?
 Creo que estas preguntas no son respondidas hasta hoy, a demás es lamentable observar por si fuera poco la postura de nuestro presidente, del señor Humala, quien antes de ser elegido prometía que el agua iba a ser lo más importante, que la tranquilidad y la integración de la población serían sus principios en el gobierno, no quisiéramos pensar que las palabras se las lleva el viento, pero que más podemos hacer, a lo largo de nuestra historia podemos encontrar muchos casos como éste, en que los candidatos nos pinten flores y que luego al ser elegidos presidentes nos muestren las garras y luchen por sus propios intereses.
 Al concluir este artículo y en modo de conclusión quiero plantear la siguiente pregunta a todos mis hermanos peruanos: ¿Qué es lo más importante el agua (vida) o el oro (dinero)? La respuesta está en sus manos.