Emilia Ferreiro hace mención del uso equívoco de la lecto-escritura, refiriendo que solo genera una copia del autor y no una verdadera interpretación por parte del lector.
Señala a demás que la lectura y escritura deben trabajarse de forma separada para luego llegar a complementarse, en un inicio habla de la supremacía de la escritura impulsando el método de la construcción gramatical, a través de la interacción de los aprendices con las palabras, realizando la construcción de las mismas sin antes tener una concepción clara de su escritura, todo esto con la finalidad de un mejor aprendizaje. Menciona que en zonas rurales la escritura no es una actividad significativa y parece que no es necesaria por la vida tan dura de esa población.
Indica que los medios de comunicación también tienen un papel importante por el uso que hacen de la lengua y la escritura, refleja su incomodidad por el uso de la escritura tan solamente como una interpretación del habla y no darle una connotación propia. Finalmente concluye en que el conocimiento va de lo abstracto a lo concreto y vuelve a lo abstracto.
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