jueves, 20 de octubre de 2011

LO ÚNICO QUE SE PIDE ES JUSTICIA SEÑORES

Es lamentable que un momento de diversión, más tarde se convierta en un dolor irremediable.
La violencia está íntimamente ligada al fútbol, esto se debe a los desacuerdos entre los fanáticos de un equipo y otro que embargados por un descontrol de emociones, realizan acciones que más tarde lamentan.
El asesinato de Walter Oyarce, un joven de 23 años, estudiante de Ingeniería Industrial, es la más reciente muestra de violencia suscitada en un Estadio de Fútbol, que lejos de ser un lugar apacible y de sana diversión, se ha convertido en una zona insegura y donde las barras pretenden mostrar su superioridad a través de peleas sin importarles la vida de gente inocente y el sufrimiento incesante de las familias a las que afectarán.
Esta noticia sobre el asesinato de Walter nos invoca a preguntarnos: ¿Estamos haciendo algo para cambiar esta triste realidad?, ¿Qué medidas son necesarias?
Consideramos noticias como esta como algo inaceptable y sabemos también que nada podrá aplacar el sufrimiento de su familia pero lo mínimo que se pide es justicia para que casos como este no se repitan y los estadios de fútbol vuelvan a cumplir su objetivo que es el de hermanarnos porque compartimos una pasión y lejos de ganar o perder, lo importante es alentar a tu equipo y divertirte sin violencia.

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