¿Por qué argumentamos?
A menudo recurrimos a ello, por una razón muy simple: para ratificar lo dicho y sustentar lo afirmado, con el objeto de convencer a quien lo está escuchando de la justeza de nuestras afirmaciones.
Funciones de la argumentación:
a) Sustentar: Encontrar causas, pruebas o razones que ratifiquen una idea.
b) Convencer: Por conveniencia o justeza de una posición para ganar adeptos.
c) Evaluar: Permitir indagar y escoger entre las distintas alternativas a la mejor.
Opinión y argumentación:
La opinión piensa mal, no piensa: traduce las necesidades en conocimientos. Al designar a los objetos por su utilidad se niega a conocerlos. No se puede basar nada en la opinión: antes hay que destruirla. Se conoce contra un conocimiento anterior, destruyendo conocimientos mal hechos.
Argumentación y limitaciones del pensamiento:
Al argumentar nos enfrentamos a la necesidad de superar algunas limitaciones de pensamiento; entre ellas la principal es la que tiene que ver con la inclusión del contenido.
El pensamiento formal:
1. La deducción.- Va de la proposición general a la particular.
2. La inducción.- Refiere de la proposición particular a la general.
Características de la argumentación:
· Es ramificada y multidimensional.
· Implica reconocer la presencia de la discrepancia y el conflicto.
· Es probabilística
· Medio de validar y acceder a la verdad.
· Compleja y multideterminada.
Tipos de argumentos:
i. Causales: Refieren a los motivos que llevan a que se produzca lo afirmado en la tesis, explicando los orígenes de la situación.
ii. Empíricos: Ejemplifican lo afirmado en la tesis.
iii. Analógicos: Discurren de un caso o ejemplo específico a otro.
iv. De autoridad: Recurren a una fuente bien informada e imparcial, para soportar lo dicho.
v. Deductivos: Recurren a una ley general para apoyar un caso más particular.
A modo de conclusión se puede decir que la tesis es la proposición central de un artículo o exposición.
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